Posponiendo sentir para un después sin prisa ni ajetreo donde haya brisa y me susurre el viento.
Llevo todos los días mis penas a cuestas, una débil mirada y sonrisa de mueca para dar a pesar de que ya no quiero que me quiten más. Me duele el pecho de mariposas tanto perdidas como envueltas de fe.
Vuelvo a mirarme a mí misma como reflejada, proyectándome en el infinito de mi tiempo eterno y sintiendo un gran vacío. Ya no recuerdo, ya no vivo. Mi pasado se come vivo.
Que sepa el tiempo, que grite el viento.. Hoy muy poco queda de quién fuí como mujer.
2 comentarios:
Después de un bombardeo hay que tomarse un tiempo para reforzar los cimientos si se quiere soportar otro bombardeo.. me gusta el blog le sigo leyendo saludos
Me acabas de dar en la madre!
Publicar un comentario