El tiempo es un extraño ladrón que se lleva nuestros momentos cuando éstos son oscios y vacios,
vale decir que se roba nuestra miseria y nos deja miserables.
Pero si en nuestros minutos ponemos toda la riqueza espiritual de nuestro esfuerzo,
la riqueza es nuestra y el tiempo no se la puede llevar.
Él se va y nos deja sin aliento. Sujeta pues, ház tuyo el instante que pasa llenándolo de besos, de vida, de sueños.
Fuente externa
1 comentarios:
Muy interesante todo !!
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