martes, 18 de noviembre de 2008

Chocolate

¡Qué ganas de un dulce!

Tanto insistió en que le alegrara una de sus noches, tanta dulzura, tantas ganas.. Decidí probar a ver a qué me negaba. Jugaba con mis ganas y conocía mis intereses, sentí que sabía de mí. De esta caja de Pandora.

Me alejé y me acercó, entonces me fui aún más lejos. Qué tontas las mariposas, ni saben por qué aletean.. Confieso tenía miedo a conocerle, escucharle y a sentirle demasiado, no quería que me subiera el azúcar.

Nunca fui predispuesta pero lo veía venir. Actué con naturalidad, faltó guión y era muy pobre el escenario. Eramos él y yo. Él, yo y la película pero, ésta era un marco y estaba vacío. Tampoco tenía nombre, era al azar. Sólo sé que estaba oscuro y que la pantalla a veces brillaba. En fin, éramos él, yo y un marco vacío.

Se sintió tentado y yo cohibida. Asustada pero cómoda, me dejé llevar. Se encontraron nuestras manos y me recosté en su pecho.
Que me perdone pero, me dió calor aunque sus manos estaban frías. Rechacé su intento de calor pero debía seguirle el juego a la noche e
ntonces me dije: "No lo critiques, volvamos a empezar. Josseiris, por favor,déjate llevar..

Cambié de posición y esta vez era su hombro y sostuve su muñeca. Me sentía inmóvil y la comodidad del asiento voló. Era un intruso, indeseado y gris. Me dije: "La función debe continuar.." Entonces imaginé era él. Ya no era él, era aquel. Aquel que me tenía loca.. Me intenté acurrucar y con un beso en la frente me quiso transmitir amor. Sentí su calor y fue una descarga eléctrica débil a mi corazón. Nada de responder, con él entré en coma. 

Entonces pasaron las horas y quedaba una. La quiso aprovechar y en un brusco movimiento buscó mi atención y empezó jugando con mi pelo. Sus labios empezaron a rozar mi cuello, un roce delicado pero molesto. Me encontré con sus ojos y ya no pude prolongar.
Me tomó en sus manos y ya no pude escapar, acercó sus labios como pidiendo permiso y sin reacción alguna proseguió a robarme el aliento. No era él, era él. No era él, era aquel. Por unos segundos me olvidé y no pensé con el corazón, entonces me perdí y se activaron todos mis sentidos.

¡Me supo a chocolate!

No pasadas las 3horas del momento en donde me dijo hasta que me amaba, noté cómo coquetiaba con la mesera del restaurante y sospecho logró pedirle su número de teléfono.

¡Debí comerme mi pan con salami! Siempre lo he dicho, tanto dulce me empalaga.

5 comentarios:

Oxzy`s Blog dijo...

heyyyy muy chulo tu blog... sigue asi... me gustan tus escrituras... el mio yo lo solte en banda...jeje chao besos

Espectro_Rockero dijo...

Me gusta tu blog. Muy colorido.
Solo basa a saludar!\
SE YA!

Saul dijo...

Pero veiby, debiste cojerte el friquitaki en el momento que te lo ofrecieron, tanto dulce hace daño!
xD

Anónimo dijo...

yo tabiem hubiese cogido el friquitaki... pero un chocolate bien caliente no esta mal

mujer en la niebla dijo...

También recurro a ese recurso muchas veces.

Jajaja

saludos